Wednesday, November 09, 2005

...demasiadas noches en vela, y más velas por venir..

Para el amor que siempre existe, aunque se oculte entre tantos minutos perdidos… Para el cariño sincero que la distancia envidia por su batalla perdida. Por la cercanía de almas que se comprenden aunque no cuenten con hechos, sólo con empatía.

Por los días en que vendrás a salvarme de este vacío, de todo este mapa demasiado antiguo, impersonal y transferido.

Porque los días sin ti fueron desconocidos y los que conocí contigo también tuvieron fallos. Ahora, los perfectos pecan de anodinos sin tus defectos, sin todos esos motivos que erizaban mi vello, enervaban mi cuerpo y alteraban mi ánimo.

Por toda la pasión contenida en el segundo en que te veo, en la imagen en la que te pienso, y en todo recuerdo.

Para que los ecos de cada gemido, de dolor, de placer o de miedo encuentren su compás adecuado.

Demasiadas líneas como para no buscar sus intrusas, su origen, su registro y su final. En éste no harán otra cosa nuestros caminos que volver a cruzarse temiendo el siguiente punto continuo. Por qué amargarse por el final, cuando lo tendrá, aunque se trate de la historia perfecta… Por qué preocuparse de tantas cosas q nunca empiezan a ser reales hasta el día en que ese temor se vuelve coraje.

Tu ímpetu frenó mis miedos, y el eco de mi estímulo impulsó el criterio enterrado entre tus vivencias.

Más calmada, más reflexiva aún con la angustia de perder tiempo. Viviendo el día a día en función del que esperamos y según el pasado. Agrupando recuerdos en el cajón oportuno y cerrando con llave los que han hecho demasiado daño.

Tengo la llave, la del dolor y no la tiro porque es él quien me demuestra que todavía quiero abrirlo, que no puedo prescindir de lo que guarda dentro. Si lo he guardado no he querido perderlo, y si lo pierdo volveré a intentar resguardarlo. En mi mano, en el cobijo que mi seguridad arrebató a la indiferencia que el mundo mostraba a la felicidad ajena, a la historia que traspasaba la pantalla pero se volvía demasiado cinematográfica.

Pégame si quieres, tus golpes ya los he sentido. Bésame, porque el sabor ya nunca podrá evaporarse. Rózame, para saber que mi sensación coincide con la tuya. Para sentirlo, por amarlo y para desearlo aunque esté en medio de un campo de minas.

Buscado y hallado. Excéptica y desengañada. Nunca, nunca, desanimada, porque sigo amando. Sigo… sigo creyendo.

2 comments:

Kassual said...
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Anonymous said...

Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm.. La Chica q escribe todo esto... Me enkantaaa! Kiero q sea miaaaa!!