El motivo es suficiente. Puedo soplar. Intento coger la cantidad justa para alejar mis manos de tu rostro. Si no lo hago, no podré soltarte. Sé q tu anhelo será tenerme siempre con mi lazo radiante. Espero q puedan desatar por fin tus deseos, y q lo veas todo tan claro q cada celebración sea la primera, la única, como la persona q permanezca a tu lado.
Pero… quizás no sea el físico el que te dé la partida. Te has metido, convencida de que estás a salvo. Yo no sé si decirte las verdades, las mías, o intentar ocultarlas sabiendo q las sospecharás igualmente.
No cambies. O hazlo. Pero sólo si quieres, y sólo si te lo permiten para quererte. Más a las espaldas, y más entre la espada q no se mantuvo a tiempo ni a distancia. Atravesada, y herida de muerte, como todos, sobrevives, más q yo, y quizás mejor.
Sopla! Más fuerte! No tengas miedo a que se cumpla el deseo. No te arrepientas de pedirlo, porque la escucha es sólo para tus adentros, y la mirada sólo se girará si alguien te avisa por la espalda de que por fin te persiguen tus metas. A ti. Q las conseguirás. Sé q puedes hacerlo y q has estado cerca. Simplemente... aprieta. Más fuerte, y más segura. Si estás tan cerca es porque has llegado y si te alejas es porque tienes q acercarte, todavía, a más opciones, a más puertas. No las dejes entreabiertas. Me cogió el frío la última vez, y no quise ni siquiera besarte levemente para no cultivar en ti esa imperfección.
No quería, porque permaneciendo en la distancia eres perfecta. Te imagino feliz. Te imagino cumpliendo… todo lo que quieras. La amargura sólo significa que has sido capaz de sentir. De esa manera. De la manera intensa q no necesita explicación ni q nadie lo crea. Yo la palpé… y podría poner la mano en el fuego; sentí la llama, tu fuerza, aunq a veces se proyectasen demasiadas sombras.
Es tan difícil no mirar todos los rincones cuando la luz por fin los descubre. Es tan difícil no descubrir entonces esas sombras, para encontrar una forma q las explique y desde luego la opción q debería ser y no es… según el criterio q nadie sabe si podría ser, pero es.
Eres. Y seguirás siendo. Cumple. Con todo y en todos los años. Una vela por ti, encendida por todas las que quemamos juntas.
La cera quemada expande su registro para averiguar si la habitación esconde algún engaño. La trampa reside en tu candelabro. Juegas limpio, pero no directo. Y contigo nunca merecieron la pena los juegos. No era necesario dar la vuelta.
La porción más grande para ti. Pon tú la guinda con tu libre opción. Albedrío en la fiesta y consumición para no soportar la resaca. Consumo tus horas por no desgastar mis segundos. Y los minutos permanecen eternos en el instante que inspires para apagar el número q suponga tu reto.
Feliz. Cuando quieras. Hoy, y para lo que quieras. Nunca es tan fácil. Dos más dos nunca serán trece. Pero trece más trece intuyen nuestras dos fechas, y permanecen.
Para retenerlas, para aceptarlas, para temerlas y reconciliarlas… Felicidades.
Pero… quizás no sea el físico el que te dé la partida. Te has metido, convencida de que estás a salvo. Yo no sé si decirte las verdades, las mías, o intentar ocultarlas sabiendo q las sospecharás igualmente.
No cambies. O hazlo. Pero sólo si quieres, y sólo si te lo permiten para quererte. Más a las espaldas, y más entre la espada q no se mantuvo a tiempo ni a distancia. Atravesada, y herida de muerte, como todos, sobrevives, más q yo, y quizás mejor.
Sopla! Más fuerte! No tengas miedo a que se cumpla el deseo. No te arrepientas de pedirlo, porque la escucha es sólo para tus adentros, y la mirada sólo se girará si alguien te avisa por la espalda de que por fin te persiguen tus metas. A ti. Q las conseguirás. Sé q puedes hacerlo y q has estado cerca. Simplemente... aprieta. Más fuerte, y más segura. Si estás tan cerca es porque has llegado y si te alejas es porque tienes q acercarte, todavía, a más opciones, a más puertas. No las dejes entreabiertas. Me cogió el frío la última vez, y no quise ni siquiera besarte levemente para no cultivar en ti esa imperfección.
No quería, porque permaneciendo en la distancia eres perfecta. Te imagino feliz. Te imagino cumpliendo… todo lo que quieras. La amargura sólo significa que has sido capaz de sentir. De esa manera. De la manera intensa q no necesita explicación ni q nadie lo crea. Yo la palpé… y podría poner la mano en el fuego; sentí la llama, tu fuerza, aunq a veces se proyectasen demasiadas sombras.
Es tan difícil no mirar todos los rincones cuando la luz por fin los descubre. Es tan difícil no descubrir entonces esas sombras, para encontrar una forma q las explique y desde luego la opción q debería ser y no es… según el criterio q nadie sabe si podría ser, pero es.
Eres. Y seguirás siendo. Cumple. Con todo y en todos los años. Una vela por ti, encendida por todas las que quemamos juntas.
La cera quemada expande su registro para averiguar si la habitación esconde algún engaño. La trampa reside en tu candelabro. Juegas limpio, pero no directo. Y contigo nunca merecieron la pena los juegos. No era necesario dar la vuelta.
La porción más grande para ti. Pon tú la guinda con tu libre opción. Albedrío en la fiesta y consumición para no soportar la resaca. Consumo tus horas por no desgastar mis segundos. Y los minutos permanecen eternos en el instante que inspires para apagar el número q suponga tu reto.
Feliz. Cuando quieras. Hoy, y para lo que quieras. Nunca es tan fácil. Dos más dos nunca serán trece. Pero trece más trece intuyen nuestras dos fechas, y permanecen.
Para retenerlas, para aceptarlas, para temerlas y reconciliarlas… Felicidades.
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