Thursday, November 10, 2005

El tiempo, a tiempo... en él.

Por qué últimamente las lágrimas consuelan más q las palabras… Quizás sea q se acerca la salida, y es doloroso, aunque sepas que fuera está la luz. No quiero ver. No quiero abrir los ojos a tantas cosas desconocidas que no sabré afrontar… como lo he hecho hasta ahora. Me apasiona pensar en lo brillante de salir airosa, me atemoriza acabar creyendo q no tenía q haber buscado la escapatoria, que no había de qué escapar. No puede ser q el negativo vuelva positivo lo q en su momento lo fue… (positivo con algo negativo que acabó siendo, si no demasiado, insalvable).
Puedo estar equivocada. Me lo permito. Y es muy probable que lo esté. Pero. Pero… necesito saberlo, necesito ahogarme en el dolor que provoque el golpe. Estrellada, nunca de otra forma, sabré que aquel brillo era el verdadero, y no por la conveniencia de la seguridad q no gratificaba totalmente, sino por la sensación irracional del vacío melancólico…. cuando inunde la melancolía vaciada. De ilusiones. De las que tuve creyendo estar desorientada. De vida. De la que desorienté creyendo estar coartada.

La trama se complica y no puedo más q subir el volumen de una palabra, sólo una, q ahogue el vacío estridente. El vacío! De nuevo? Por siempre. Me lo contestaron cuando pregunté dónde estaban demasiadas cosas, y cómo conseguirlas.

Quién puede decírtelo cuando has escuchado más sus vidas que la propia, cuando la sabiduría se forja en el análisis inductivo. No puedo aconsejarme a mí misma y todos buscan mis palabras? Porque todos sabemos cuándo nos escuchan. Nadie finge sentirse querido si está siendo amado. Y nadie ama, si se siente fingido.

Cuánto apoyo encierran momentos… fugaces. Palabras furtivas q no creían servir de tanto apoyo. Un poema. Un abrazo. Una palabra especial de los labios más especiales. Y el sonido más dulce que puedan emitir. El detalle más pequeño en forma y cargado del cariño grabado a fuego.

Tengo el tatuaje de tu empatía. Y no necesito ningún agujero… más, para q me atraviese tu encanto. Me has traspasado entera. Me has ayudado. Y los golpes de risa que he buscado, sin dejar escapar a nadie al q no viese demasiado magullado, te deben la fuerza para seguir alzando sus puños. Te deben el verme de tantas maneras, que muchas han sorprendido a mi propia visión. Me has pillado de sorpresa. Y no sabes qué agradecida estoy de haberte encontrado.

No sale quien no desea salir y quien no deseas que salga. Aunque no esté. Aunque su presencia se haya marchado. Quién no podría contar, en la ausencia, las veces que se daría la vuelta para comprobar algo. A qué puerta iría más rápido si intuyese una visita inesperada…

Y yo… yo sólo espero q el día que seas feliz o auqél en q te sientas desgraciada; cuando quieras hablar, llorar, o sólo mirarme… me abras.

1 comment:

Anonymous said...

vi a una niña recorriendo el pasillo d su casa en triciclo una y otra vez...veo a una persona q dia a dia traspasa el casi transparente hilo q separa lo corriente d lo especial!!

ánimo en este nuevo camino!!siempre a la búsqueda...dear Cosana!