La palabra ha sido juzgada
Ha quedado desmerecida
Su valor, todo aquéllo, su valentía
Está.. no está. Se ha ido.
Lo has dejado roto
y el dolor no es la fractura
El dolor es tu mirada
Olvidaste darme más fuerza
Mi interpretación en la huida
se ha hecho a sí misma, semejante.
La llamaste madurez
y yo sólo diría valentía.
Consciente de la fe ciega
de un amor casi profeta
de un hacer delicado, extraño
de la nueva etapa, y pensé...
Pensé que la evitarías
Creí de verdad que sería por siempre
Ilusa.. ilusa... tan ilusa..
q sigo creyéndote inocente
Dichosa, entre mis miedos
Entre toda la gente indiferente
Surges, e irritas todo mi tiempo.
Herida por tu espectro de luz
Cambiante por si desconoces la salida
Vuelves al laberinto
Sólo creíste necesitarlo
Aunque quisieras salir
Tu sitio, todavía, dentro
y dentro de mí, tu lugar.
Lejos de la contradicción está el abismo
La duda se siente sola si dejas de moverte
Y caminas como un autómata
por tu realidad estable, con tu trazo.
Sabría pedirte tantas oportunidades ambiguas
que el paralelismo perdería su misterio
los encantos a oscuras y desvaneciéndose
Desnuda y suplicante una vez más, solo una.
Te pido a ti
Deseo más promesas
Puedo callar y puedo apartarme
Arrastraré todo lo común a tu puerta
Fingiré apartarme para alentar el vacío
Más marcado el trazo
Más turbio el destino
y el relativismo absurdo aunque optimista
Cicatrizando. Marcando... el veredicto.
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