Da igual que no te lo creas. Es indiferente, como tú.
Sólo quiero q me sorprendas.
No es una petición, no es un intento de humillarte.
Es sólo un deseo, sincero, de verdad, quizás imposible.
Imposible, como que pretendas tener relevancia.
No sólo por tu estúpida manera de hacer las cosas.
También por la simpleza con que pretendes ocultarla.
La manera, razonable.
Hubo un tiempo en que te creí consciente.
Creí que tu inteligencia superior conseguía adaptarte
El común de los mortales, como yo, lo agradecíamos.
Intentar no darnos en la cara con tu Ser superior. Delicioso
Y de repente me encuentro con que el mortal común eres tú
Con que no sabes diferenciar un plato de la vajilla entera
Puedo estrellar uno tras otro y no escucharás más de tres sonidos
Eres diferente, sin duda. Tu simpleza te hace especial
Intentar comprenderte ha sido un reto
Justificarte, mi mayor pérdida de tiempo
O no. Déjame pensar, sólo un segundo, en una mayor.
Ya está. Tú lo sabes, yo lo sé, todo eso.
Abandono antes de preferir una mascota. Abandono antes de excluírte de por vida. De momento, en el rincón, sin orejas de burro porque tendría que enseñarte la diferencia con lo vertical. Aparatosas, ridículas, no sé, me recuerda alguna otra definición. Quizás más ridículo por el volumen. Tal vez así de grande porque más pequeño habría bastado para tu única perspectiva. Caminas elegante porque no sabrías nunca cambiar de línea. Es correcta, continuamos, y si no es hereditario podrás pedir más avances. Palanca ni una, y botones, no me hagas explicártelos. Dejé de recorrer los contornos hace tiempo para atreverme directamente con el área vacía.
Te dejo, te dejo. Pareces ensimismado. Si has escuchado algo es porque mi capacidad no me permite continuar en silencio. La tuya en cambio consigue que toda tu concentración se mantenga estática. Mucho, de verdad, para ti el reconocimiento. Me quedo en el fotograma que separa las palmas. Me quedo pensando cómo conseguiré que sólo un golpe te parezca una ovación. Recuerdo bien, fue el de suerte el que concluyó tu espectáculo. La traca final para los años productivos. Será ahora en tu tiempo libre cuando repases sin la molestia de una voz crítica mal cultivada. Sal y plantea toda tu filosofía para conseguir más adeptos a unas ideas fantásticas. Sin sarcasmo. Sin rencor. Sin un ápice de lo que quieras en tu pócima.
Salía tanto humo que por un momento pensé que aparecerías disfrazado.. convertido! (disculpa) en la estrella. Cinco puntas, siete, qué más da; todas estarán afiladas, entre la espada, aliadas, y la daga en el calcetín. Tantas marcas de dardos en la pared que no sabría si retarte para retirarme y parecer perdida. Me pierdo en el discurso para intentar mantener tu interés. Me dedicarás unos segundos? Hablaban de tres; escuché decir que cuarenta minutos estaban reservados para otra especie. Tú perteneces a la que llevas en la bolsa. Material, alguno resistente, para no poder meterse por ninguna de las grietas, qué digo, cicatrices, que te hacen tan atractivo. El aquél, te lo dije. Tus méritos... am, herencia, sí, pero tuyos al fin y al cabo, no es lo que cuenta? Pues eso, desde el primero, y sin ábacos que te avergüencen. Lo dejaste atrás, como tantos recursos infantiles en los que emplear el tiempo. El mismo, y tus subordinados, para las timbas vespertinas. Faroles o no, tienes tu conciencia para saberte ganador, incomprendido en tu sabiduría. Bello, y lo demás teñido por la envidia. Insana, podrida, tan torpe como para no ocultarse y ser tan evidente como para que la cuelgues de aquélla pared, la de los cuchillos de cocina, recuerdas? De mayor a menor, y clasificados para no perderse. El mismo invitado en tres citas mantenía la intriga hasta que descubriste su miopía. Tantísima. Qué burdo. Derecha e izquierda. Es tan, tan simple. Incluso montando una zurdería seguiría siendo tan de la plebe.. Échale paciencia, que no siempre la tormenta se sincroniza con el estallido de color. La calma.. puedes dejarla para más adelante, cuando en un momento de reflexión decidas mantenerla para cambiar tu estética, tus hábitos y alguna de tus virtudes. No puedes mantenerte tan alejado del mundo real, te lo decía.. para que aquí, entre nosotros, siempre resultes.. irresistible.
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