Q es lo que te hace dudar? Q no te diga te quiero cada vez q lo siento? Cada vez q pienso q he estado tanto tiempo pendiente de las virtudes q no sé q hacer cuando llegan de golpe? Qué decirte para q no dudes q todo lo q llevo dentro puede verbalizarse por ti, para ti, aunq sean palabras tristes o frases llenas de rabia.
Las sensaciones son ricas, y más cuando no las ocupan seres q no las merecen. Por eso, cuanso saltan al papel, el destinatario parece adquirir importancia, cuando, sencillamente, no la tiene, o sólo fue un intrumento para experimentarlas... para reconocerlas y luego apicarles la teoría, para poder crear textos que sólo tratan de uno mismo con más peso y más experiencia. Sólo tú puedes darle más valor a las cosas, porq eres capaz de sentir, eres capaz de estar por encima de las impresiones q normalmente ahogan, o bastan.
Pero, siendo ese tu lugar, siéntete en él. No estás por debajo, por encima, en el medio, en el extremo. De nada. De nadie. Eres tú y es tu lugar, único, y absolutamente rico como para adentrarse y no poder salir nunca.Sólo debo mirar al frente para contemplar una mirada limpia, q busca sin resquicios extraños, q encuentra sin imaginar historias truculentas. Es tu mirada, y es tu voz la que logra q la mía no se quiebre, q no piense q habla saltando al vacío.
Eres tú la que puede ocupar un lugar definitivo; eres tú la motivación para dejarlo todo atrás y seguirte por todos los lugares en los que quieras atraparme. Eres tú por quien lograría q nada fuera imprescindible. Y eres tú la q durante todo este tiempo le ha dado esperanza al que ha sido perdido... No, ambas sabemos q no es perdido, q es por todo ese tiempo por el que estamos aquí y somos de la forma que ha seguido atrayéndonos.
Tu estilo, tu estampa, tu actitud particular y tu mente absolutamente personal. La envoltura perfecta para lo que inspiras. Ambigua hasta el punto de tener q aclarar lo q decidas. Y clara como para creerte sin la primera explicación. Me llega con tu mirada para encontrar la calma. Con tu silencio, para saber q me comprendes (aunq en el mío ahogue tantas cosas q te diría y con las q temo parecer ilusa, o ridícula... o sólo temo no resultarte original... Quizás, simplemente, me cohibas...)
Mi voz, a veces, se pierde en expresar el dolor por el q pasamos inevitablemente, el dolor de sufrir por alguien q en algún momento creímos y quisimos considerar todo, por todo el vacío, en realidad, q impregna la vida de uno mismo, por toda esa energía sin canalizar que, por unos motivos u otros, acaba reteniendo la persona menos indicada, la q logra q retuerzas todos tus adentros para no llegar a ninguna parte. Mis palabras materializan inconscientemente cúmulos de rencor acumulados, pero no pueden evitar aderezarlos, como si estuvieran dedicados a la persona... q nunca existió.
Lo q has pasado por alto es q nadie merece palabras tristes. Todas las q por un momento empañan la mente, el corazón, o el espíritu, no son sino compasión por uno mismo. Lo único q se puede dedidar son palabras de amor, cartas con 100 besos, los más dulces q he escrito sin mover ni siquiera los labios,o gracias q sólo intentan hacer reír a la persona por la que intuír una sonrisa merece un día procurando una anécdota q contar.
Merece la pena. Ahora sí. El pasado no fue perdido por real; sólo perdido porq no permanecen muchas de las historias y protagonistas q lo ocuparon. Con más peso o menos en el camino, mayor o menor trascendencia, he llegado hasta aquí, con parte de lo q era y con los matices q el trayecto ha provocado.
Eres tú la única a la que puedo permitir juzgar esos matices, porq lo mereces, por mente pensante y espíritu sensible, por ojos dispuestos a leer lágrimas ajenas e interpretar palabras q no intentan apropiarse, por todo ese calor q acumulas, aunque a veces intentes guardarlo en el bolsillo, para poder rozarlo siempre satisfecha, para poder cambiarlo de mano a mano, reconfortante... para poder encontrarlo siempre.
Eres tú la persona. Quién más podría ser la musa de un espíritu inquieto q otro limpio, q otro al q importan sus ideales incluso como para apretar las tuercas a quien pretende hacer de ellos una especie de bandera.
A mí me cautivaste... y ha sido el destino, quizás con algún golpe de suerte, el q me ha metido en tu bolsillo.
Muchas veces se me pasa por la mente... Y q algo esté entre manos ya no significa, precisamente, q esté únicamente en ella. Significa, como tú dijiste, q el momento llega cuando tiene q hacerlo, y ahora, la demora, ya es solamente cosa nuestra.
Tal vez entendamos la suerte de la misma manera...