Destino... Ida.

Quiero q vengas. Quiero recogerte con todos los besos q he imaginado, con todos los sueños q no te he dicho q protagonizas.

Puedes irte de nuevo, a seguir con tu vida. No pretendo que modifiques nada, sólo q me deleites, el tiempo que quieras, porque tu tiempo es un regalo. El que sé q tramas, el q sé q aprovechas para ti, haciendo más hueco para contentar a quien se merezca lo más mínimo.

A mí? No me tienes contenta. Me haces feliz. Con tu esencia, ya te lo he dicho. Y ahora deseo tu presencia tanto como nunca pensé q una esencia necesitaría materializarse. Tangible, mucho. Han sido unas coordenadas muy, muy precisas, y a veces difuminadas entre algunas escalas complicadas. Sé q te fuiste a por combustible. Sé q yo todavía intento hacer más hondo el agujero para encontrarlo. Pero te escuché. Te oía! Y por fin giré mi cabeza, me dio igual perder de vista tantas cosas q me absorbían y pude verte, pausado el vuelo, parada la huída, en ese intento por darme ánimos y aire desde tan arriba.

Los llenaste. Tanto q no puedo hacer más q intentar devolverte algo de ese anhelo. Espera o no. Desesperación por momentos. Esperanza, la que nunca perdí y espero, sé! que no perderé (te quedas y lo comprobamos juntas?). Tú la entregaste en una apuesta espontánea, inevitable y vista por dos miradas q desde q se encontraron parecían evitar cruzarse.

Claro q ha cambiado. Todo? A mejor. Circunstancias o no, nada importa si la base no avanza, si no se eleva hasta señalar ella misma los adornos q espera, los que ansía, y los que querría regalar.

Qué bonita caja. Qué momento tan dulce desenlazar una tela tan suave. Lo retendré eternamente... y a ti mientras quieras quedarte o volar en mi compañía mientras haya destino.

Sigue habiendo un recuerdo en el futuro que quiero vivir contigo (ese recuerdo q haremos presente y ese futuro q recordaremos tomando un té con pastas... o galletitas).

Todo el menú contigo. La carta? Un poco más moderna. La pluma? Quizás más sutil. La vida? Dulce, muy dulce.

Tacho días en el calendario q ya no me saben amargos...