Monday, February 20, 2006

Bodega de carga..

Hace tiempo que no pudiste esquivarme. El camino estaba equivocado, no debías cruzarte con mis pasos. Pero lo hiciste. Tanto se rompieron tus esquemas, tanto? Por qué no puedes decidir si no estaba planeado? A mí me parece la mayor de las libertades, el mayor de los alivios el que algo inesperado salga a tu encuentro. Estoy convencida de que fue el eco de tus recuerdos lo que te devolvió la nueva oportunidad que ya ni siquera querías, la que habías desechado por creerla infantil y perteneciente a una época de la que saliste hace tiempo. O quisiste salir. O salió de ti. Quién sabe. Yo sólo pude percibir lo que me mostró tu cara, tu cambio de ánimo aunq quisieras ocultarlo.
Nada más real que las sensaciones. Sesgadas por mi punto de vista, por supuesto. Y condicionadas por el que pienso que podría ser el tuyo. La sorpresa me lo confirma. Y el miedo a la decisión lo rubrica sin ningún resquicio de su opuesto.
Temes abandonar la línea tan recta q sigues sin mirar a los lados. Temes volver a encontrar diferencias difíciles de rodear con un círculo que te permita escoger la viñeta correcta, la primaria, la concebida para que todos tus plagios puedan enroscarse, tirarse y dar paso al siguiente. Con papel de calco, no lo olvides, o cualquier trazo puede separarte del dibujo q crees correcto. Sé que no utilizarás el permanente q he deslizado pensando que no te darías cuenta (ilusa yo). Al alcance de tu mano, de las dos que podrías utilizar cuando descubriste el tremendo aliado q supone quien está dispuesto a ocultar su tramo.
No es posible que consiga hacerte tomar la decisión q yo seguiría. Es imposible que te convenza de la q creo q tendría q hacerte perder la cabeza. Y si tu felicidad no está dd yo la supongo. Y si tu felicidad está tras la puerta de mi desgracia, o en el piso de arriba, o en el sótano, lóbrego, lleno de reclamos q dejé allí hace tiempo para no caer en la tentación de volver a buscarlos.
Eres un pasajero. Clase turista. Billete de ida, sin reparar en precios. Sin reparar en acompañante ni compañía... o viceversa... o iguales.
Vuelo tranquilo, oportuno, innecesario o anecdótico... y absolutamente indiferente, por la prioridad de su destino, por la prioridad de lo q sabes q debes encontrar y por descontado q te obligarás a ello para no creerte equivocada. Horror! Tus convicciones como tu miedo, arrastrados por azares o suertes cruzadas, invertidas en el tiempo y en el espacio dd los momentos no convergen para ofrecerte felicidad. De ésa q sabes q dura un momento, de ésa q sabes q no puede buscarse al margen de obligaciones y especulaciones serias sin demasiado riesgo.
Temes no poder compartir tus hazañas y la experiencia de tu sabiduría. Temes no poder cantarle cumpleaños feliz a todos los círculos rojos de tu calendario. Temes q la excelencia de tus chicos quede marginada por todos los comentarios q pueden habitar las cabezas envidiosas de las q te sientes tan lejos, tan por encima.
Y si abres los ojos y sólo te ofrencen una almohada, cuando deberían pedirte un autógrafo, o intuír q tendrían q pedírtelo sólo por el potencial q llevas dentro, por la pontecia q todavía controlas para no arrastrarnos a todos hasta dejarnos sin el habla necesaria para cantar tus loas.
Nada que unos años de coro en la parroquia más correcta no puedan solucionar. Pero, es cierto, eso tb ha quedado años atrás, cuando la catequesis era un bien social y los catequistas podían enseñarte mil cosas más fuera de su horario laboral. Lo divino tiene un lado humano, o no podría traspasarlo, así q si no sabes evolucionar e ir más allá de todas esas cosas mundanas q te rodean inevitablemente no podremos sacarle brillo a tu aureola, q la vemos, no temas. Por supuesto. Es el mismo aro por el q pretendes pasarnos a todos, alianza prometida para el que nunca la vea oxidada y te ofrezca sus manos ambivalentes para llevarla de por vida.
Hoy los salmos no rezan por ti. Hoy los salmos sobrevuelan las ideas q tú ya has visto desde arriba. Antes de aterrizar en tu destino. Estando sobre él, ya no podrás buscarlo. Sobre él, sólo podrás cerciorarte de q era el q correspondía, el indicado. De no ser así, el mundo entero se habrá equivocado, tu vuelo retrasado cambia de estrategia para mentalizarte de q no podía estarlo, de q el reloj y tu vista señalaban lo correcto a la hora exacta, sin horas, sin minutos de más o de menos según franjas horarias ni geográficas más allá de tu propio meridiano mental.
La firma sigue sobre el papel. Y, aunq mojado, ya has pactado por una dieta milagrosa, q lleva a tus ideas de más adonde tú quieras ir a buscarlas. Ya sabes, en el mismo tiempo, se recuperan y se aumentan. Por eso, sólo por eso, eres tan sabia.

3 comments:

LuPi LuKe said...

Cuidado con la bodega al aterrizar, es lo que más sufre en caso de accidente en la toma de tierra.

Anonymous said...

Oo Se os va la olla (a presión)...jajaja!

kaysen said...

Dale la vuelta, q ya la tienes demasiado frita por un lado..